lunes, 11 de mayo de 2009

Tiempo muerto

“Me quedaría acá sentado, justamente donde estoy, disfrutando de la belleza y simplicidad de mi vida, disfrutando lo que pienso, lo que hago y lo que soy. Contemplando todas las cosas que componen mi vida, las cosas buenas y las malas, porque todas son importantes y todas me hacen feliz.”
John William Arango
“Pintaría un final”
Maria José González

¿Qué harías tú si fuera tú último día de vida?

Ciega estaré al tratar de ver qué podría pasar, todo un mundo de dibujos en el aire se escaparía en el tiempo que viví, reconocer mis acciones, el mal, el bien lo que se debía hacer por justicia por calma o sabiduría perdidos en la ilógica ilusión animal, los errores contados en diez mil manos de dolor y lagrimas, tal vez podría pasar por mi mente y reaccionar a eso en plena quietud o tal vez los lucidos momentos de locura y libertad mental, aquellos en que mis ideas eran perfectas para lo vivido en aquel momento; lo que él o ella, nunca dejaron de ver en su burbuja de mentiras mágicas, esa parte de cielo en tierra que hace feliz esos recuerdos donde el reloj ha llegado a un punto muerto.

Un puerto lejos de casa para responder las preguntas que me hice y nunca logré responder sería lo ideal pero Sinceramente no sabría que hacer sí supiera que el fin está cerca pues el truco de vivir es no tener respuesta alguna, todo así será un misterio perfecto, de esos que sutilmente mantienen la lucha constante de supervivencia en lo más alto de la conciencia.

Todos somos adictos a algo, una idea, un sueño, una fantasía, todos somos animales asustados, tememos llegar al final sin alcanzar esa idea, ese sueño; esa fantasía. Así preferimos vivir en mundos completamente negados en vida real, perfectos para una película de ficción, tenemos hilos que nos mantienen en lo alto pero qué sucede cuando se cortan esos hilos y debemos enfrentar un nuevo paso, saber que todo lo premeditado ya no existirá todo será una completa hoja en blanco, un túnel sin luz, un mar profundo, no hay ideas de lo que podrá pasar si se acabara ahora nuestra realidad tangible en especial sí es sólo la nuestra a quien más le importará acaso, quien compartirá el nuevo camino hacia lo desconocido y lejano, por lo general en un principio tenemos a nuestros padres como guías fieles, ahora la idea simple de morir y tener conciencia de eso es aventurarse en un camino totalmente solitario de ahí podría pensar en estar



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